miércoles, 18 de mayo de 2011

Hablemos de Racismo.-


El éxodo masivo de razas y la consecuente inmigración. Vale, no somos skinheads, detestamos a esos rancios fachas de polígono y a esos chavales tan feos de Democracia Nacional con cara de trasnochados de mesa camilla, nos da asco Eduardo Serrano, Blas Piñar y Le Pen (curiosamente beneficiado electoralmente por una agresión sexual a una camarera negra), todos somos Lucrecia Pérez  y no queremos saber y ni siquiera tenemos opinión de controles inmigratorios, pero nos molesta tener unos vecinos filipinos porque nuestro patio huele a sardinas aderezadas con vinagre y leche de coco a partir de las once de la noche. Podría decir que no me molestan los filipinos, pero sí me fastidian algunas de sus costumbres, cuando todo el  mundo sabe que el olor ahumado de las sardinas apesta, pero como una cosa lleva a la otra, me empiezan a molestar los filipinos. Ya hemos avanzado algo, podemos tener todos los síntomas de una discriminación comunitaria, porque no soportamos las extravagancias de los fogones de  Manila, y la borrachera ecuatoriana de la Bomba del Chota de panchitos que le menean a la parienta, mamados de ron y yuca fermentada sin destilación. Pues eso. Querríamos sentir indiferencia de nuestros vecinos, pero se hace un  hueco la aversión, por supuesto, mutua, porque ellos también nos desprecian a nosotros, que no entienden que odiemos las sardinas por la noche, el pedal de Quito y los zarandeos a la parienta. La interacción, el feedback cultural, una vez más ha fracasado. Si me subiera a casa del  colega ecuatoriano y me tomara con él cubatas de yuca con aguardiente mientras nuestras parientas nos sirven mazorcas de maíz a la plancha, otra cosa sería. Pero no.
Luego tenemos a los chinos y a los moros. A mí me da muchísimo asco (diría que arcadas) ver a la gente escupir por la calle, sobretodo cuando no se está borracho, porque las meadas y los vómitos institucionalizados del fin de semana de Madrid, ya los conocemos y hasta los podemos asumir porque los hemos visto toda la vida, desde que Felipe González llegó al poder, pero gargajear sereno un lunes por la mañana es de auténticos cerdos aparte de un homenaje a la mierda. ¿Qué hará borracho un tipo que escupe el lunes por la mañana sin un gramo de alcohol en la sangre?
¿Y los delitos? Qué ha pasado con nuestros choros con chandal, que no pasan un casting para una banda del Este, ni con metadona y transfusiones de sangre. Qué ha pasado con el yonki tembloroso y desdentado que le enseñaba una jeringuilla al farmacéutico, con el gorrilla agonizante, con el poli imbécil tipo Santiago Segura (y no Torrente), con el romántico carterista de Sol. Ha pasado que se ha renovado el crimen, y que nuestros bandidos no han estado a la altura y les han desbancado los rumanos y los albano-kosovares que sí eran gente preparada, además de perfectos psicópatas del tipo armario, que nos han enseñado encarnizados asaltos a los chalets de Pozuelo, mafias de trata de blancas y otro tipo de delitos de una extrema gravedad, inversamente proporcional a la capacidad de nuestros autóctonos bandoleros de chichinabo.
Por otra parte, me parece un fenómeno colosal que gracias a la inmigración, se puedan tirar grandes temporadas en Miami y Suramérica, gente de la estirpe Bisbal, Bustamante y Sanz, y a ver si se llevan pronto a Pitingo y Falete, que serán inmigrantes bien acogidos, como aquí lo han sido Kanouté, Dani Alves y los árabes con Visa Oro. No somos racistas, pero nos molestan los panchitos borrachos, la gente cutre, la música chabacana, las sardinas y los chaperos rumanos, porque adoramos a los gays, sobretodo si son guapos y educados, y no vienen en autobús desde Piedrahita a las fiestas del Orgullo. Pues eso amigos, por ahí va, ninguno somos racistas pero a menudo nos joden los vecinos.

5 comentarios:

  1. jajajajjaja,( Marta ), que se lleven a Falete, como siempre muy irónico y divertido.

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  2. Si, por aqui a mi vecino (hombre maduro de Yorkshire) se le puso una cara cuando le comente que los futuros nuevos vecinos (la casa al lado mía lleva en venta unos meses) son de origen asiático (creo que son de la India)....me pregunto como se le puso cuando hace mas de 7 años otro vecino le dijera que unos "europeos" (nosotros) venían a vivir al vecindario. Si es que todos queremos alrededor lo que estamos acostumbrados, lo nuevo da un cierto temor, de que se rompa la monotonía/la paz...vete tu a saber. Besos Javier

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  3. Hay mucha verdad en tu entrada, hay de todo en este mundo. Y no podemos negar que muchas cosas nos molestan no sólo de nuestros vecinos sino del tío que viaja a tu lado o de amiga de tu amiga que trae de gorra. Sin embargo está en amoldarnos a esta sociedad desclasada, jajaja así es.
    Un sarcasmo interesante en esta entrda, realidad de realidades,
    besos

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  4. La choni requemada del 3º de mi casa, es infinitamente más molesta que la cumbia a tope de los domingos que entra por mi ventana. Y la choni es de Zárágózá capitá.
    Lo que hay es musha ignorancia y una de las consecuencias es la xenofobia (odio la palabra racismo cuando sólo existe una raza de humanos). Y sí que hay sí, mogollón.
    Besis

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  5. A Falete, por favor, bs
    Un beso Angélica, a mí me da igual la raza, solo pido que no mi finca y mi casa no huela a sardinas, cualquier día a cualquier hora,
    Sí, totalmente de acuerdo, una vez me sentaron en una avión con un cura de secta que llevaba una cruz en el pecho de kilo y medio, y me molestaba tenerle al lado, además respiraba muy fuerte, un abrazo , Mixha
    El otro día entró una choni a un bar muy taurino de la zona de Ventas de Madrid, y nos empezó a llamar maricones a todos, cuando el bar era muy heterosexual, a mí me dan mucho miedo los locos, lo quiero tratar en próximo post. bss Jeza

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