lunes, 31 de enero de 2011

A su Siglo.-


A propósito de una excelente entrada de Benítez Reyes (no tiene desperdicio,se come todo, manjares de la vida)http://felipe-benitez-reyes.blogspot.com/2011/01/restaurante-literario.html , recibo con emoción la gloria literaria que trajo al mundo el siglo XIX, y vuelvo a caer en la cuenta de que de un tiempo acá se está comiendo mucho rollito ordinario de caspa y silicona y mucho huevo relleno de roña. En este país se come mal, caro y el servicio es de puta pena. La carta es para tomarse muy en serio la opción emigratoria. La pechuga de Esteban, las almejas aliñadas de Gran Hermano, el lomo de cebón de Losantos, las ostras rosadas de Sostres , la gamba blanca de Cantora, los sesos de Malaya  y los mc-freaks rebozados en salsa rosa son viandas de batalla, feas e indigestas como un potaje de líquido de frenos. Habla F.B.R. en su artículo de autéticos delicatessen de la alta cocina europea y menciona suculentos manjares como el paté de Poe,  las pechugas de pavo de Wilde y la cocochas de esturión al Dostoievski, dónde va a parar en relación a la junk food precedente. Y me pregunto  si Wilde se comería la tostada de Zerolo con mermelada de  Berkana, si Poe aceptaría una papilla púbica de Dragó y si Dostoievski se manducaría un tostón de Falcones o preferiría un revuelto de Zafón. Como primera respuesta, me viene, y rápido, que se irían a su siglo. Corriendo. O en la primera locomotora de la mañana.


PD.- Siento la errata, Poe era norteamericano


viernes, 28 de enero de 2011

No Es Lo Mismo.-

Hoy me olvido del amor y retomo la parte idiota del mundo, aunque se que llego tarde. La noticia avanzó una o dos semanas atrás bien coordinada con otras sandeces que acaparaban el universo, pero uno no puede estar a todas cuando tanta idiotez desborda el planeta.  Veamos pues la culpa en un amigo de Sinde, otro plasta de la propiedad intelectual, que primero hizo canciones de amor adolescente, y en ese recorrido que llaman las folclóricas carrera del artista, llegó a hacer un rap indecente, incluso perverso con las raíces reales, con ese dolido sentimentalismo latino que da tanta grima, de estreñido crónico, y nula fidelidad a aquello que implantó con tanto éxito la comunidad negra de Estados Unidos. Una patata de rap. En Queens andan todavía con mosqueo del copón. Ah, que también había soul y ritmos cubanos, qué intrépido, guau. No Es Lo Mismo, Alejandro Sanz, no lo es. Nada tienen que ver, los derechos de propiedad intelectual con los derechos de los niños africanos. Muchos hemos aprendido la lección de que se puede tener éxito sin talento -quizás ahora me mataría alguna amiga fanática-, y enhorabuena por los padrinos y tus solventes reuniones con las discográficas, pero mejor dedícate a tu próximo disco, y te haces unos duetos con Melendi  y Lolita, y os ponéis hasta arriba de whisky en el avión a Miami, pero controla a Melendi que la lía por poca cosa y le mete mano a las azafatas,  y luego enuncias chorradas de este calibre, en privado por favor. Establecer una analogía  entre el derecho a la vida de un niño negro con la soporífera canción de los derechos autor demuestra una anemia no solo de espíritu sino intelectual, más para alguien que se precinta en el envase de los artistas, porque sí, porque le sale del área testicular, y porque es colega de Paco de Lucía, coño. Eso, chaval, es como darle un vaso de leche a un niño de Togo y ponerle un Cartier en la muñeca, mientras le miras la mano de negrito pobre y le rehuyes la mirada, porque impone, y porque no hay cojones.
De derechos de autor, sé poco y me importa un carajo, dicho sea, pero habrán de adaptarse a las nuevos tiempos, paralelos al gran boom de la comunidad internet, he de suponer. Sí sé en cambio que la vida de un niño enfermo de SIDA ha de defenderse de manera pasional, frontal y burocrática -cómo no- . Sí sé que el científico del pop latino -acabará mezclando heavy metal y vallenato, si no, al tiempo- demuestra conocer el precio de todo y el valor de nada, que precisamente la propiedad impide acceder a los niños enfermos a las vacunas antirretrovirales -todavía los laboratorios no viven del aire-, y que hay tipos que viven de lujo y duermen en los hoteles de Vendome gracias a las propiedad intelectual mientras la infancia africana se pule la vida entre hambre y enfermedad gracias a la ley de la oferta y la demanda. No es lo mismo arte que hartar ,no es lo mismo ser justo que ¡qué justo te va!..dice el poeta SanzY luego las putas visitas a África con el Hola, la tele y la prensa amable. Qué repelús. Otro día que me dan ganas de emigrar.

viernes, 21 de enero de 2011

El Poema de los Héroes.-


Hoy vengo a hablar de amor. Por un día, pasaré por alto mi irritación con el mundo y la amplia fracción de idiotez que lo abarca. Recuerdo que en mi adolescencia garabateé un papel con el amor no correspondido. El desamparo frágil del púber frente a una imagen lejana, huidiza, y corrosiva en las entrañas sentimentales. Una asfixia psicológica que atormentaba, como si ella fuera un todo irreemplazable por cualquier otro ser del universo femenino. Maldita la estampa de aquel poema cutre, cuanta mentira engendraba, cuanto desengaño, cuando ahora veinte años más tarde, no iría ni a tomar un mísero café con aquella falsa utopía adolescente. Hoy recordé  que un día pensé que los poetas siempre estaban tocados por el desencuentro de la pasión, y eran gente blandita con miedos para enfrentarse al teatro del mundo, y por eso se hacían poetas, y me vino todo de golpe al encontrar una frase mitológica de Gabriel García Márquez. "El corazón de un hombre tiene más cuartos que un hotel de putas". Pero un poeta inseguro y cobarde, es decir suicida de dieciséis o un tarado mental de quince, posiblemente piense cuando le jodan el alma por amor que todas las habitaciones de su corazón están vacías. Y los corazones son grandes, y todo el mundo tiene uno.  Ya lo dijo Audrey Tautou, "Incluso las alcachofas tienen corazón". Pero ellos pensaron que era mejor buscar las tablas, dijeron un mal año a una mala hora de un mal día. Pobre gente. Poesía cutre de tiernos efebos, amores desubicados, qué bien os habéis entendido con la muerte prematura. Esos no son los poetas de verdad. La vida era otra cosa, y los poetas también.

¿Quiénes son, pues? Aquellos que vencieron a la adversidad, los que tantas veces le ganaron el duelo a la muerte. Ya lo aventuró Benedetti  en una gesta heroica  que daba ganas de abrazar al declarante y llevárselo de copas hasta bien entrada la madrugada: "en fin, estoy jodido y radiante, quizás más lo primero que lo segundo, y también viceversa". Son los que tuvieron que abrir otra puerta y sudaron sangre en el camino, son los hombres que peregrinaron por la noche hasta acabar vencidos, borrachos en el primer calor humano que les cobijara, son los que vieron florecer el universo en un florista hindú que vagaba por los bares, son los que tienen más habitaciones en el corazón que un hotel de putas, son los exploradores del universo que van repartiendo besos, radiantes y diferentes. O viceversa.




miércoles, 19 de enero de 2011

We Are The Monsters.-




La fama en este país está cambiando. Ni siquiera Gran Hermano da garantías de éxito televisivo, salvo que seas exageradamente macarra o tengas un traslúcido talante de proxeneta,  y dos o tres hembras decoradas con piercings y silicona intriguen en el jacuzzi contra ti, una vez hayan pasado todas por el confesionario de tu piltra. Y todas coincidirán en lo que supieron desde un principio: que eres un cabrón cósmico, sin precedentes. Pero para ello, no todo el mundo vale. Antes con ser tonto y babear un poco, daba uno el salto a la fama. Luego, los monstruos irían a por ti, pero ser  tarado mental y medio analfabeto, daba puntos en el juego de la gloria casposa.
Ahora la cosa ha tomado diferentes evoluciones.  Si quieres la pasta de un reality, puedes hacer otras cosas: hacerte amigo de Willy Toledo para más tarde clavársela por la espalda y delatar su conspiración en Sálvame, darle dos yoyas a un político corrupto o merodear por El Intermedio y hacerte espía de Wyoming. Entonces a lo mejor te haces colega de Esperanza Aguirre, que ha de ir camuflada del cargante Zerolo (me atrevería a jurar que Oscar Wilde le dejaría plantado en una cita cualquiera del Room Mate de Vázquez de Mella) al plató de la Sexta. Y te darás cuenta de que esta Espe camaleónica, Zerolizada, seguirá declarando que Wyoming engendra tanta violencia como las mamparas de las paradas de autobus, Wyoming, culpable e instigador de la somanta de hostias a Herman Tertch, y muy posiblemente responsable de la agresión a Berlusconi, en cuanto a que dice una leyenda de la Toscana, que aquel agresor arrepentido con más de 50.000 fans en Facebook, era espectador del El Intermedio, y de igual manera, no eximas tu culpa de la agresión al Consejero de Cultura de Murcia, que hablan los detectives de Génova de extrañas conjuras y conexiones inter-radicales. Ya vendrá Cospedal con las rebajas, a saldar cuentas. Ojo, que Wyoming es amigo televisivo de ZP, el súbdito de Rubalcaba y charnego de la Moncloa, también lo tengo claro.
Declarar que el mundo está idiotizado y que hay monstruos de la farándula, gobernantes monstruosos, y humanos buscando las claves para mejorar la monstruosidad no es nuevo. Si no, ya vendrá Ibarra cuando el aburrimiento le vaya consumiendo, a contártelo. Decir que nos cansan las guerras mediáticas, los protagonismos de chichinabo, la falacia política y la estupidez nacional, tampoco. Por otra parte, a propósito y con ironía, soy un fanático de los grandes monstruos de la literatura. Cuando Mary Shelley creó al entrañable Frankestein, supo de inmediato que utilizaría la maldad y el error humano para desenmascarar la ternura de la bestia.¿ Era el hombre entonces, aparte de idiota, el monstruo real? Me temo que sí.
Monstruos que engendran monstruos, para abandonarlos, cuando estén totalmente idiotizados y no generen capital.
Además, porqué no, yo me iría antes de cañas con Franky que con cualquiera de los mencionados, incluido Wyoming, que es cargante como Zerolo, pero en plan bufón de Moncloa. Ah, y si quieres ser famoso, búscate un ingeniero de monstruos, qué mejor solución. Pregunta en Telecinco.

martes, 18 de enero de 2011

Ni en Houston...

A veces algunas señoras se ponen nerviosas por poca cosa. Les brota de las entrañas una sensibilidad elemental, para nada poética. Hace un par días, la portera de un edificio de Chamberí, insultó a un chico porque jugaba con su i-phone y condenaba al infierno a los muñecos de su pantalla, como si uno no pudiera en su existencia electrónica  echar la bronca a sus monigotes digitales, cuando se está jugando la vida en la fase catorce. Ayer, en una parada de autobus,  un señor hizo ademán de reventarle la cara a un joven por los humos de su tabaco rubio. Malditas marquesinas públicas, qué violencia engendran, uno  casi arriesga su vida por permanecer entre sus cristales. Siempre hay alguien desenfundando un revólver debajo de una marquesina de cristal. Deberían prohibirlas. Hace un par de horas, iba en mi moto a 15 km/h y he cruzado un semáforo en amarillo que ha debido iluminarse rojo en el momento que atravesaba el paso de peatones. Al viejo le ha dado tiempo para golpearme con los nudillos en el casco. No ves que está rojo, idiota. He frenado. Tire p´alante y no me toque los huevos, le he dicho acelerando como Valentino Rossi. El tipo llevaba una bolsa de puerros y otra con una especie de verduras gigantes. No me han faltado ganas de hacerle el puré con la rueda delantera. Que Madrid ya no es una película amable de Concha Velasco y Tony Leblanc, ya lo sabemos. Que la ciudad vive encabronada, también.
La gente no da ni la hora, a los chinos de los bazares se les habla como a auténticos tarados mentales, los caballeros españoles empiezan a ser especie en extinción, en los bancos te miran antes los zapatos y el reloj que la cara, los mendigos se están haciendo fascistas -juro que Madrid está plagado de mendigos fachas- , los proxenetas pegan a sus putas en mitad de la calle y los policías locales siguen groseros, perdonavidas y más chulos que Amedo.
Madrid tiene altos niveles de encabronamiento colectivo. Pero no importa, solo se seguirá hablando del Gobierno, del Barça (rezo cada noche para que acabe tan glorioso ciclo), de la crisis y del tabaco. Ahora mucho del tabaco. Yo también quiero dejarlo, más que nada porque me dan ganas de suicidarme cuando no puedo fumar en un restaurante, después de haberme metido entre pecho y espalda cuatro copas de Rioja, dos criollos, un ojo de bife y unas patatas fritas. Abandonar el vicio es difícil, pero abandonar los complejos, la educación deficitaria, los miedos y la mala hostia colectiva, viendo como está el patio de Madrid, parece imposible. Algún día tendrían que hablar los cigarrillos: somos buenos, somos malos, nos gozáis y nos tiráis, somos tóxicos, y te decimos en la caja las putadas que hacemos, pero en la sociedad el cáncer sois vosotros. Y creemos que ni en Houston tenéis tratamiento...  

lunes, 17 de enero de 2011

La Pócima Mágica.-


Facebook o Tuenti o cualquier herramienta de éstas de interacción social, ligoteo o esparcimiento de bufones te tiene agarrado de los huevos o del cuello de la solapa porque a ti te da la gana, salvo que un hijoputa te etiquete borracho en aquella foto de las seis de la mañana de la boda de tu colega. Hace un par de días me lo contaba la hija de una amiga. La chica en si, de unos diecisiete años tenía una compañera de su misma generación, que follaba sin condón y anunciaba en su muro FB que ya tenía la píldora del día después. Guay, estoy super contenta, encontré la píldora, y me la tomé, guay, a celebrarlo en Nature. No creo que mole mucho tomar la píldora, ni que haya que darle publicidad al tema. En este álbum de fotos de toda una vida que es el Facebook. habían visto a la super-feliz de la pastillita sujetando un globo rojo, parecido al que debía haberse puesto su camarada de cama. Se divertían en una manifestación anti-aborto, con banderas de España, curas, pins del pp y pijos de ésos bitelmaníacos. Debajo los incisivos comentarios que ella se había pasado por el forro de la hipocresía. Aborto: crimen. Él no lo haría. Nunca mataría a la criatura de mi vientre. 
Claro, no hace gracia engendrar una criatura con diecisiete, cuando quedan muchas copas por tomar, muchas fiestas de la espuma y de flower-power y muchos polvos precavidos o imprudentes. Un mocoso corta el rollo. Ni siquiera daría libertad para sujetar el globito de los anti-abortistas. Ella siempre recordará lo libre que se sintió aquella mañana de aquel día a esa hora en la que tuvo en sus manos la pócima mágica, la medicina que quebraba la barrera del futuro. Y luego se fue de manifa

sábado, 15 de enero de 2011

Corre por la Banda: son Iguales que Berlusconi.-

El mundo es sectario. Todos somos de un clan o pertenecemos a algún grupo. Yo por ejemplo soy seguidor de Mahou y de un equipo muy difícil de llevar, el Atleti. También hay fieles de Gran Hermano, de Starbucks, de la cocaína y de Santiago Segura, cuyo emblema es ir de guarro por dentro y por fuera. Hasta el insufrible Pablo Motos tiene adeptos. Somos todos tan distintosTambién hay fieles, que lloran viendo Sálvame, y luego se van a bailar bakala a Silikona, antes de reventarse drogados en un after.
Después van las cosas serias, las sectas de verdad, las de los sadomasoquistas de Jesucristo, las de Satán y las de esos semi-dioses de la tierra que o bien te follan, o te sacan el mal del cuerpo o te iluminan de por vida. O todo a la vez. Luego está la gente que quiso salvar su mierda de vida ingresando en una secta. Una vez, un tipo tuvo que sacrificar a su gato y enterrarlo en un jardín para limpiar su alma, y empezar a copular tranquilo en la nueva vida, con todo ser vivo que se moviera y fuera penetrable. De pasar la tarde en Mercadona, a la aventura sórdida y misteriosa. En nuestro país hay más de doscientas sectas muy chungas y muy cutres, con los peores muebles del Reto y los locales más precarios del universo. A menudo lo he visto en la tele, cuando aparece al poli dando patadas a las puertas. Los líderes de las sectas suelen ser  gente así: 








No les des ni la hora. Vete al FNAC a leer gratis Mi Perro Idiota, de John Fante y a escuchar lo último de Vampire Weekend, y luego tómate ocho cañas con los amigos para que se te pase la vena sectaria. Corre por la banda, al estilo Dani Alves, y te dejarán tranquilo. Les pierde el capital y el sexo, como a Berlusconi. Son iguales que Berlusconi.

viernes, 14 de enero de 2011

El Velatorio de Internet.-


El otro día lo comentaba con un amigo: ya no hay velatorios como los de antes, ni a los muertos se les despide de la misma forma. Con rosquillas, anís, plañideras, rosas, cirios y hombres  fumando en la puerta de la casa del difunto, aquellos escenarios que parecían un teatro con tanta butaca roja y tanta silla de por medio frente a la caja abierta de un muerto. Luego, entraba un cura gordo de charla amable y le ponían una copa de coñac. De chaval, estuve en un par de ellos, y recuerdo que además, olía bien, a flores y a dulce, y unos viejos me ofrecían un orujo, del que inevitablemente renegaba. Ahora a uno se le puede velar por internet, y se le rinde la última visita en unos pavorosos edificios de hormigón en mitad de unas autovías enrevesadas, unos edificios que parecen bunkers, y tienen pantallas con el nombre de aquél que se fue a buscar las tablas y el número de sala donde yace, antes de que lo metan en un horno o le asignen un jodido nicho, que ni por asomo parecerá una tumba del Pere Lachoise o del cementerio de Stanmore. Lo peor de todo, es que en paralelo al tanatorio de la M-30 tenemos a Facebook, el velatorio universal, el gran obituario del siglo XXI fabricado con mensajes mal redactados (k putada lo d tu abuela, staréis jodi2) y con fotos de muertos de nuestro entorno o célebres, Saramago, Kurt Cobain, Alexander Mcqueen, Delibes o Torrebruno. Hace unos días vi a uno de mis contactos de facebook perfilado con una foto de Enrique Morente y un crespón negro de pajarita anudado al cuello del cantaor. De inmediato supe que la había palmado, no me hizo falta abrir el periódico. Qué moda tan cargante, pensé. La muerte elevada a la categoría de moda, que hace cambiar la fotito de Iniesta o de Casillas por la del último ídolo caído.  ¿Y cuándo maten a Facebook? ¿Qué lugares quedarán para velar? Me temo lo peor. Buscaremos la condolencia en la tecla del Google.

jueves, 13 de enero de 2011

Psycho Arizona.-

Como era de esperar, y como ocurre aquí cada vez que un etarra la lía parda o hay una tragedia masiva de esas con sangre a borbotones, ha lugar al triunfo del cinismo. Esas horas reflexivas y extrañamente sentimentales. Unas horas más tarde los políticos se volverán a odiar y a jugar a su Gran Hermano particular. El mundo aprende poco, y avanza menos. Los políticos lo saben, y les conviene. Ahora tenemos un referente en Arizona. Los políticos de Estados Unidos han estado un rato  en paz y en fraternidad, todos introvertidos, tristes y calladitos en la escalinata del Capitolio. Mañana ya habrá tiempo de volver a la agresividad verbal, y a revolver al personal. El personal, sí, esos ciudadanos norteamericanos tan fáciles y sensibles a ser jaleados, de venas hinchadas en el cuello, de tanto patriotismo y tanta idea grabada a fuego en la piel. Ni siquiera habían enterrado a los seis muertos, y ya estaban repartiendo culpas. Aparece en escena Jane Fonda, la Bardem de Hollywood, esa que doblaba tan bien el lomo con el aerobic y le echa la culpa a Palin por sus famosas dianas sobre aquellas localidades donde había que arrebatar el poder a los demócratas y percibe gran apoyo en el mundo internauta. De aeróbica a activista política, a alentar al ciudadano, con los muertos frescos. Qué bien. Ah, que los demócratas habían hecho igual con los republicanos en 2004. Lo de siempre. El patio se revuelve.
Poco sabemos de los antecedentes del tiroteo. ¿Acaso no hubiera tenido lugar si los políticos hubieran estado más calmados? Posiblemente no, o posiblemente sí, porque no olvidemos que la masacre ha sido obra de un canalla muy chiflado, muy psicópata y muy hijo de puta, Lougher, que la iba a liar a la mínima que le tocaran un poco las pelotas. Y siempre hay algo o alguien que le toca las pelotas a un psicópata. Siempre. A un psicópata se le revienta la sangre de las venas por ver a un negro conduciendo un porsche 924, por poner un ejemplo. Poca cosa necesita para matar.
De igual forma, la derecha más terca de Estados Unidos, también es sensible en exceso y habla alto y mal. Grosero. Para ellos la culpa es de los demócratas, y cómo no, de Obama, ese judas de la patria y camarada de los terroristas, protegido de esa conspiración cósmica que le esconde como extranjero en Estados Unidos. ¿No hay algo de neura nerviosa y psicópata en estos aliados de los birthers? ¿No saben la que se puede desencadenar acusando a Obama de traición a la patria? ¿Acaso no se está engendrando violencia? Y además, cómo si tuvieran pocos psicópatas por metro cuadrado los yankis.



martes, 11 de enero de 2011

Bolaño y la Leyenda.-


Ya vamos encontrando la respuesta acerca del categórico éxito post mortem de Roberto Bolaño en Estados Unidos, y en casi cualquier lugar del planeta. Para eso le he estado dando a la tecla del google y he sobado unos cuantos periódicos viejos. De 2666, destacar que los yankis, esos tipos tan blindados frente a la literatura que no sea made in USA, le dieron el premio  a la mejor novela publicada en 2008, otorgado por el Círculo Nacional de Críticos Literarios de Estados Unidos, y tanto elogio y tanta publicidad de la buena,  la convirtieron en un best seller.  Los norteamericanos, que no son unos sibaritas de lo extranjero, han diseccionado por aquí y por allá, y han hecho sus cábalas y estrategias  hasta desarrollar un complot para relanzar a grande del Universo a Bolaño, ahora que de poco le sirve. Ahí van algunas respuestas. Les ha molado que muriera jóven, eso de buscar las tablas con 50 palos y dejarse los ojos en los papeles hasta el último momento ha tenido su peso. Han investigado sobre su leyenda y determinaron que había que elevar a apología las derivaciones de su vida maldita. Dijeron: nos vamos a creer lo de perseguido político, por supuesto también que era adicto a la heroína, que era un marginado literario del carajo, y porqué no, mucha de su buena literatura nació de su época de indigencia. Además fue vendimiador, vigilante de camping y vendedor de bisutería, tiene bagaje de muerto de hambre, y eso vende, fundó el infrarrealismo para darle en los morros a Octavio Paz y cagarse en los convencionalismos de la literatura mexicana, y se emborrachaba habitualmente en el Café La Habana. Por otra parte, desde el punto de vista formal, leo que también su éxito radica en sus modelos literarios, muy norteamericanos, y muy acorde su prosa para funcionar en inglés. No sé si es una chorrada, pero posiblemente lo sea.
Entonces, en cierto momento de la vida, con el pobre Bolaño criando malvas, aparece un editor yanki, que lo mete todo en la coctelera, y va agitando con mucha seguridad y mucha conciencia de que tiene el elixir del estrellato. Se está fabricando un escritor de éxito, muy vivido y muy trallado. Mola, pero la obra de Bolaño necesita poco, ella solita se defiende  sin mucha ayuda americana y se soporta bien, sin tambalearse lo más mínimo, y con estas historias del malditismo y las paranoias pienso que le acabarán rebajando mérito a una obra sobrada de calidad por todos lados. 
Me da rabia que no tuviera éxito en vida, si se murió con lo mismo que ahora le eleva a los altares. Ya había creado Llamadas Telefónicas, Los Detectives Salvajes, 2666, Estrella Distante, La Pista de Hielo y El Gaucho Insufrible, destellos de la realidad de la literatura grande y omnívora, escrita con mayúsculas, que sabe donde va, de donde viene, y no da lugar a vacíos o espacios dudosos, todo tiene un porqué y sirve para algo. A los que no se cansaron de decirlo, como Javier Cercas, enhorabuena, pero de poco sirvió. Se fue austero, modesto, y con pocos cheques cobrados, lo cual me parece una mala jugarreta del destino, por no decir una putada considerable.
Pero hay otra realidad paralela. Bolaño sí conoció el éxito en vida, y claro que lo ingirió, lo masticó y lo gozó. Lo conoció porque era un escritor de verdad, y sabía que el éxito y el fracaso eran lo mismo, sabía que llevaba dentro un triunfo personal y que el arte tiene buena gloria después de la muerte, y sobre todo sabía que había escrito varias obras maestras. Él lo sabía. Ni siquiera Herrralde sabía mejor que Bolaño, que para un escritor verdadero el gran triunfo está en la obra maestra.
Bolaño se murió, como él mismo bromeaba, de una cosa muy vulgar, una insuficiencia hepática, que ni siquiera llegaría como noticia a las musas. Qué arte.
Y le fueron construyendo la leyenda.


lunes, 10 de enero de 2011

Mercado de la Carne.-

lolita

No ocurrió una noche cualquiera. Era la noche de reyes, y la nena bailaba en una discoteca de Madrid, Mercado de la Carne, por la calle Arapiles. Ella era un lolita de telecinco, que pensaba que Nabokov era un hermano de Lazarov, Humbert un directivo de la cadena, y la bella Dolores, una ordinaria de ésas del Gran Hermano, y le había pedido a los reyes magos un abuelo que chiscaba los dedos y tenía ipso facto un copa de balón  en la barra. A su vez el abuelo, una especie de Espartaco Santoni de Jerez, de piel oliva y rizo engominado, compraba las lolitas en las fechas especiales, que eran casi todas, pues vivía de rentas y era un profesional de las promesas fútiles, y qué mejor inversión para cuatro telediarios que le quedaban, que fornicio y parranda. En un momento de la noche, cuando sonaba el Conteo Regresivo de Gilberto Santa Rosa , el Santoni y la Dolores se apretaron bien, y ella le llamó Papito. Martita, te adoro, dijo el viejo, algodonoso como un Snoopy de Ortega y Gasset. Al momento, Martita le pidió un vodka con una guarrería isotónica, de ésas que dan taquicardias, y él levantó la mano, casi pidiendo perdón al camarero por pedir esa bebida tan rara y de tan poca clase, él que llevaba toda la noche a gin tonics de Citadelle, sentía la humillación de una bebida de niña. Le molestaba pronunciar esa cosa tan ordinaria: Absolut con Aquarius. Dios, cómo para llevarla mañana a tomar el Martini en Richelieu, debió pensar. Ella lo percibió, y abandonó la barra dejando a Papito con esa porquería, para llegar a la pista y contornear como una streaper del Bagdad. Me cago en la hostia, dijo el caballero tras un largo trago de su elegante bebida. A continuación se dirigió al baño, ignorando a Martita, y yo me fui detrás de él, a ver las últimas reacciones. Quinientos eurazos lleva ya hoy la niña, para que ahora monte el numerito, le dijo a un colega de su quinta, que iba agarrado de una escultural rubia de dieciocho. No nos quieren, pero nos ayudan a vivir, le dijo el otro sin importarle que lo oyera su acompañante.  Entonces caí en la cuenta de que el local estaba lleno de señores y niñas. Busqué a mi amiga H, y tenía un maromo de sesenta y cinco tirándole los trastos. Mi amigo X, de treinta y ocho, dijo que fuéramos a la barra a tomar un copa.
- Aquí hay futuro, en treinta años vuelvo y triunfo - me dijo viendo caer los brillos del whisky.
- Si ZP no te funde la pensión, y vas ahorrando, triunfarás - le dije yo, mientras veía a Martita reconciliarse con el abuelo.
Al momento regresó nuestra amiga H. El tipo le había prometido un viaje al Caribe y una cena en Viridiana. Todo era demasiado grosero, y cómico.

viernes, 7 de enero de 2011

Y Leire Quedará Contenta.-


No me creo ni le tengo mucho respeto a Leire Pajín principalmente porque al hablar parece que lo hace una máquina aburrida, porque detesto a la gente que dice haber nacido para algo,  para la política y la protección del ciudadano, por ejemplo, y se hace multimillonario como consecuencia,  y quizás porque tiene la poca naturalidad que le ha dado su vocación política desorbitada desde que levantó tres o cuatro palmos del suelo, y bien sabía desde el momento que dejó el chupete que sería ministra, cuando ya iba para agitadora social en Benidorm, y se mataba por ganar dinero en una plataforma como Solidaridad Internacional y había que meter la cabeza en fundaciones hechas en honor a los socialistas de verdad, que se parecen a los de la generación de Pajín lo mismo que Zerolo a Fede Trillo. Se ha metido tanto en el papel la chica rubia de Sanidad, que todo parece pura fachada. A poca gente se le ha visto tanto el plumero. Ahora aconseja la denuncia del ciudadano, a por el fumeta, a saco,  la de los morros inefables. Qué morro y qué poca clase.  Nos recuerda un plumilla reconocido que Anna Frank fumaba y que la delató un vecino de la Gestapo cuando bajó a fumar al bar, y sale a la palestra el alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva, con ese nombre de lírico del romanticismo y colega de Espronceda, comparando el dedo acusador al fumador con la delación de judíos durante del nazismo. Al fondo de la peli, el ZP, que es otro robot soso y que se va oxidando, con su lógica de maestra parvularia, que las leyes están para cumplirlas y tal y tal. Y yo como espectador, veo mucho chivato institucional por metro cuadrado, y muchas máquinas caducadas, y una rubia con los morros de la Veneno apuntándonos y recriminando como una maestra de posguerra al hijo piojoso del obrero. Y a fumar a la puta calle y a vender tabaco en los bares. Su tabaco gracias. El Estado lo agradecerá. Y Leire quedará contenta. Y ahora ponte una camiseta de un pipiolo de tres años que te enseña el dedo corazón y te apunta con un magnum 357, pero ni se te ocurra colocarte a los cowboys de Marlboro, no vaya  a ser que te delaten. 

.