viernes, 29 de julio de 2011

La Gente Guapa, la Vida y el Éxito.-



Me ha venido hoy la vena frívola, así pues entre asuntos fútiles que derivarán en trascendencia anda el juego. Como es habitual, lo banal acaba bifurcando en la metafísica, y no son tan dispares como pueda parecer.  Acabo de llegar de Cádiz y de volver a percibir que hay mucha gente guapa en el sur. Cuestión aparte los piercings, los tatuajes ridículos, los pelos fritos, los tirabuzones de Polígono y la esencia cani de los alrededores de Jerez de la Frontera, por mucho señorito que nos quieran insertar y mucho antecedente anglosajón de las bodegas. En síntesis, no tanta fertilidad de rizos engominados y exuberancias  patrimoniales, y sí mucha belleza, aunque sea poligonera y rumbosa.  Supongo que fue el entreverado de los griegos y los fenicios, la invasión musulmana, el sol, el mar, el aceite de oliva, y la anteposición del deber diario de felicidad sobre la obligación contractual del trabajo. La gente en Madrid también es guapa. Mi hipótesis radica principalmente en una oleada migratoria que ha supuesto un éxodo de belleza entre Callao y varios kilómetros a la redonda, en cierta excusa para emprender el viaje por haber nacido bella en el lugar equivocado, que no es más que un despecho provinciano y rural, y aquello de que los guapos siempre han huido del pueblo, de toda la vida, salvando la distancia de Tony Genil y la Veneno, claro está. Luego está Madrid y la crueldad, y cierto desencanto en ese trueque versátil de desertar como número uno de la hermosura bucólica, y pasar a ser una más de las miles de bonitas de la gran ciudad de los sueños y la narcosis. Y la realidad que todo el mundo conoce. Follar fuera de plazo con el tipo equivocado, tirarse al hombre idóneo para el futuro, marrar el braguetazo, consumar el braguetazo, trabajar de camarera, ser puta de lujo, ser puta de calle, hacer un papelito de zorrita drogadicta en Sin Tetas no Hay Paraíso, ser conocida en todos los castings de la ciudad, carnaza de telecinco, o volver a los orígenes con la belleza cansada. En cualquier caso, apreciada gente, el éxito no es una ecuación de talento y belleza, el éxito es una cosa viscosa que se derrama gracias a su esencia de gelatina y dolor, para rostros descarados, desvergonzados, exhibidos en el flanco cálido de la fortuna, donde los tontos nunca se reponen de la gloria, como apuntaba el maestro, Wilde.  



miércoles, 27 de julio de 2011

José Luis Moreno.-


José Luis Moreno: Una vez Santiago Segura le dijo al Moreno que hiciera de él mismo en Torrente II, que no había que elaborar mucho el personaje para hacer de hijodeputa. Más o menos lo que le tuvo que decir a Paquirrín o a Yola Berrocal, o la pomada que él mismo se aplicó para hacer de Torrente. Seamos sinceros: cuántos ibuprofenos se habrán tomado en el mundo por su culpa. Cuántos noches de sábado hemos deseado que saliera de la tele para decirle cuatro cosas. Guauuu. Pues eso, José Luis Moreno, cae como un día de bochorno, más o menos al estilo de Teddy Bautista, Ramoncín, Juanjo Puigcorbé, Loquillo, Segura,  o la suegra coñazo de Cuéntame. Yo creo que maltrataba a Macario, y el paleto ése de trapo empezó a largar y le vino la fama. Narra la leyenda que hay en el mundo un hombre tirano, mentiroso, malqueda y potentemente insufrible, un hombre que en su día traicionó a Gila, como siempre por dinero, y se llamaba José Luis Moreno. Ya lo dijo Voltaire, creer que el dinero lo hace todo y hacerlo todo por dinero. El dilema de un hombre que se ha dedicado media vida a sacar las voces del vientre es que en esas tripas ya han vivido mucha gente, y entre tanto revoltijo, uno apenas sabe si toma moreno, lo dice el ventrílocuo, o el Monchito, o el Rockefeller, que resultó ser un cuervo especulador y millonario, que debió acabar en la cárcel, si ese historial tan saturado de disparidad, donde cabe un neruocirujano, un showman, un productor, un corrupto paralelo a Jaume Matas y un payaso, es una leyenda o una broma de mal gusto donde el personaje se arrepiente de haber parido a Macario y a Monchito, y la voz era una estafa, igual que aquella celebridad hortera que tomó España por un lugar amable para el espectáculo mediocre. Yo, en fin, no le daría ni la hora. ¿Y porqué José Luis Moreno? Bueno, esta mañana vi a Teddy Bautista en la peluquería Sanabria, de calle Hortaleza, y he valorado la capacidad de algunos entes para provocar repulsión. Entre brumas, le contemplé en paralelo a Moreno. Ahí empezó todo. Cuánto daño, y qué les habríamos hecho nosotros para recibir tanto excreción de chispa maldita.

jueves, 21 de julio de 2011

El Senador Borracho.-


Si el mundo fuera un paraíso de humanos honestos y naturaleza virtuosa, no llevaría un acero afilado (obviamente metáfora, no llevo navaja en el pantalón) sino un artilugio de hacer pompas de jabón y escribiría sobre el agua, las nubes y el amor, pero por lo general al hombre se la acaba hirviendo la sangre y al congresista se le hinchan la pelotas. El Senador se fue de putas  con su hijo, que si hay algo en Madrid, son saunas y meretrices que halagan los vigores de los políticos de provincias. Ocurren dos cosas: que fuera de los límites de su territorio pierden autoridad, y que en los contornos de sus pequeños feudos está más complicado lo de irse de putas sin pasar desapercibido, y Madrid para follar pagando y comer percebes, pues viene a ser un paraíso. Dicho esto, no me cabe duda que un agente de la policía gomero habría agachado la cabeza como un correcto vasallo al amo. Don Casimiro, qué necesita. Pero estaba en Madrid. Al parecer, el pájaro en cuestión, ha trabajado menos que un funcionario a las tres menos diez. Siempre ha mamado la política, y la consecuentes reuniones, mariscadas y burdeles. Y lo más importante, se lo ha creído y se ha hecho acreedor del talante del tirano, lo propio para que los colegas canarios se hayan quedado callados como putas. Una voz de caverna les habla de las malditas arengas de los principios progresistas y la curiosa armonía de la serenata vacua con la actitud del cacique. Claro, tampoco me estoy inventando nada. Te cuento cuatro chorradas del bienestar social, y haré lo que me salga de los huevos, buscándome siempre el confort individual, of course. Lo que viene a ser la mezcla de la élite capitalista y el folclore de la verbena. 
El dilema no es la bronca de tres borrachos paletos gastándose las dietas en putas. Es la sinrazón de que tipejos de esta apariencia ética y política, peguen cuatro voces para soflamar al pueblo y representen a eso que denominan izquierda democrática. Cuenta la leyenda que Curbelo no habló jamás en el Senado, más que para jurar el cargo, pero era Madrid el ideal para los fondos de la Gomera, y el consiguiente racionamiento entre patronos y feudatarios.
Aquel colega que deseaba  cáncer a los policías de Madrid, y les llamaba hijos de puta y fachas, proclamándose autoridad, con la mirada vidriosa, la lengua fatigada y un pedal como un mulo de Cabildo, sostenía su éxito en la inteligencia y el buen razonamiento de sus paisanos gomeros. A mí me gusta más el enunciado de Hubbard: todo hombre es tonto de remate al menos durante cinco minutos al día. Y con un escaño, una copa en la mano y una cortesana oficiosa, tenemos a un soberbio y perfecto imbécil. Qué dolor.

martes, 19 de julio de 2011

La Reputación y las Redes Sociales.-

El día que X escribió a todo el mundo acerca de sus dolores de tetas, M dijo que de vez en cuando entendía a la extrema derecha y se compraría un bate de baseball, y B dijo que se tomaría la píldora del día después, dos días antes de irse de manifestación provida con banderas de España y de las gaviotas,  volví a constatar que la valentía de los muros cibernéticos y las conexiones nerviosas eran una cobardía enmascarada, que querían llamar al valor, pero no lo era.Y que casi todo era mentira. Aunque eso ya me lo habían contado: la gente se vuelve majara en las redes sociales, la gente se abre virtualmente de piernas, se narra una vida y se emociona eventualmente por las sensaciones de haberse conocido. Nice to meet me. Y parece que se va tomando sus cubatas delante del teclado. La gente se quiere, y eso está muy bien. Digitalizar una vida es bonito. Mola esa extracción guay de toda una existencia. Claro que sí, lo malo es que es incompatible vender una vida rellena de chorradas y pedir protección de la privacidad. Los legisladores han hablado, que sí, que Internet y las redes sociales pueden fracturar una reputación, y que igual el mundo se está descojonando de nosotros cuando decimos estoy superhappy y me voy a beber hasta el agua de los floreros. Igual sí. La globalización de la desinhibición. Adios tímidos del mundo, bajémonos los pantalones en facebook.
Yo creo que el legislador no dice toda la verdad. No, a mí me da cierta impresión de que la gente se apunta a una red comunitaria para mejorar la reputación, no para reventar un prestigio. Viene a ser la evidencia de que el mundo nos está observando, no estamos solos, y queremos hacerlo bien, si bien es tan parcial y subjetivo el procedimiento de hacerlo bien, que cada uno lo entiende a su manera,y entre tanto método operativo para ser guay, cool y divino de la muerte, se produce una confrontación de intereses de dimensiones kafkianas, incluidas las mutaciones al estilo Gregor Samsa. 
Y entonces llegan las sospechas de que cierta extravagancia pueda ser ridícula. A veces es tan fina la linea que separa el éxito de la derrota, que la más leve de las modificaciones del adverbio, el adjetivo o el verbo te puede condenar o elevar cierto prestigio virtual. La gente quiere el triunfo, la recompensa del colectivo y de los moderadores de opiniones, la gente se va puliendo una imagen, la gente vende su vida gratis, a cambio de elevar reputación. Pero no todos son buenos jugadores. Pues eso, una vida enmarañada que viene a ser la decisión de tener un affaire con el mundo virtual. Y que salga el sol por Antequera, y póngase por donde quiera.

viernes, 15 de julio de 2011

Homofobia Transexual.-

En las noches de verano llega con cierta claridad la vida de la calle. No hay más que abrir de par en par para recibir las corrientes de la madrugada, y dormir con la flema de la brisa que trae la noche. De toda la vida he detestado los espacios cerrados, las carencias de aire y las ausencias de luz. Soy un paranoico de las tinieblas y un fanático de los vientos y los resplandores en las ventanas. Lo malo de los espacios abiertos es la permisividad que se dan las voces para reventarte la calma. Los cristales rotos, las voces, los coches, los locos, las locas, todo eso. El reloj marcaba las cinco y cuarto de la mañana cuando me despertaron los gritos de la calle Hortaleza. El aullido de la  gata drogada giraba en estas dimensiones:
- Maricón de mierda, maricón de mierda, no eres más que un puto maricón de mierda, te voy a reventar...
- Espera que llamo a la policía...
- Maricón de mierda, maricón de mierda, a mí no me amenaza un maricón de mierda.
- En dos minutos viene la policía.
- Llama, llama si tienes huevos, maricón de mierda, te reviento...
- Estoy llamando, pesada.
- Eres un puto maricón de mierda...
Entiendo que el diálogo sea deficitario, pero le llamaba sin tregua lo mismo, no obstante, trataré de no reincidir en tal ultraje de morralla. Podría haber alegado las clásicas variantes del hijodeputa, pero cada uno insulta como le viene en gana y le dictan el garrafón y los narcóticos. Lo curioso de aquella colisión de trenes tenebrosos, era quien  profería aquellas afrentas: una transexual con minifalda vaquera, tacones de quince centímetros y grandes tetas del melonar de la cirugía. Me volví a la cama desvelado, y estuve dándole vueltas a unos cuantos asuntos. En primer lugar, que también debería haber respeto dentro de los colectivos del LGBT, a no ser que fuera un término aceptado, es decir que dentro del colectivo existiera determinado argot en lo de ponerse a parir, y en paralelo a los gays cool, existieran los maricones de mierda. Los transexuales nice, y los transexuales mariconas, qué sé yo. A continuación reparé en el mundo de las incongruencias, es decir ciertos desatinos como evidencias del sinsentido. Puestos a imaginar, que en un ecuatoriano le llamara a un compatriota sudaca de mierda, un gitano racista, que un skin-head llamara a su colega por nazi de los cojones, que las prostitutas se reclamaran entre ellas como putas arrabaleras, o que los franceses hablaran entre ellos como gabachos merde frenchy. Pues eso, tiene todo el absurdo que una transexual llame maricón de mierda a un supuesto gay, sabiendo de primera mano todo eso que cuentan de los sufrimientos y la perseverancia para salirse del guardarropa ese donde se esconde la heterosexualidad. 
Cuando vi a la policía por el balcón, el tipo insultado no estaba allí. Imaginé que le habían preguntado acerca de si quería encausar o denunciar a aquella lunática drogada, dijo que no y puso pies en polvorosa. Aún con su ausencia, aquel transexual homofóbico que venía a ser una maricona mala seguía gritando al viento y al coche zeta aquello de maricón de mierda. La muy cabrona me había jodido el sueño, y el viento venía con gangrena. 

miércoles, 13 de julio de 2011

Fútbol, Narcóticos y Toni 2.-

europe1273699406 extras portada 0 ¡CAMPEONES! ¡CAMPEONES! ¡OE! ¡OE! ¡OE!
Dijo una vez Paul Auster que los escritores eran seres heridos y por ello creaban otra realidad. Más viejo que la pana, tal enunciado. Vale, los escritores son unos comediantes de la vida y unos tristes del carajo que en ciertos momentos de la historia, cuando no había trash tv, ni internet, ni fútbol actuaban al modo narcótico sobre cierta gente que olvidaba en mitad del dolor o la ventura de las letras, pero me temo que en nuestros días es el ser humano quien se está creando otra realidad para escapar de la vida. Tenemos el fútbol, el mundo freak de la tele, internet, el porno, los packs de last-minute, las revoluciones de Madrid, el auge del gin-tonic, los horrores del planeta. Considero sustancial el referente del fútbol. Como decía aquel tema de Calamaro: demasiada camiseta, y cada vez menos gambeta, la sonrisa cuesta más, de que país estoy hablando, las neuronas van marchando...Pues eso, el pan y el circo, es decir, fútiles distracciones y fútbol. Poner tu alma y las certidumbres en un equipo de fútbol, ganar un Mundial como si hubieras ganado los créditos para la gran borrachera, gritar las palabras del fútbol: hijoputa, mercenario, maricón...Llevar la cruz ardiente del Ku Klux Klan, mandar al paredón a un futbolista muerto. Olvidar que una vida puede ser una mierda y una gran mentira. Eso es el fútbol: belleza (puede resultar un espectáculo fascinante, con todos los elementos de la literatura de expectación), millonarios, gente cabreada (apenas sufro por fútbol, más aún, siendo del Atleti), gente feliz, gente borracha, mercenarios, horteras y circo.  Eso es fútbol, un vividero en mitad de la tragedia como el Toni 2: http://janpath-broadway.blogspot.com/2011/04/toni-2-un-vividero-en-mitad-de-la.html. Y no está tan mal.



lunes, 11 de julio de 2011

Quiero Perder la Dignidad.-

El mes de julio se pondera como un plomo caliente. Corre ardiente y lenta la vida hasta su propia muerte, que dará inicio a la buena vida del verano irrepetible, como todos los veranos que se precien y que de verdad son veranos. Julio no es verano para los mortales que nos estamos dejando los huevos en esa cosa que dicen que dignifica y se llama trabajo. No veo aún el momento para perder la dignidad por un par de semanas, pero tengo decidido que si llego vivo a la muerte de julio, me voy a echar a perder y le voy a buscar al verano la deshonra ,  que la dignidad laboral a mí me ha producido taquicardias, dolores lumbares y sudores fríos, entre otras lindezas, y no soy el guardaespaldas de Al Bano, ni el secretario de Berlusconi. Soy un fanático del verano libre, un infractor de la dignidad que se dará a la buena vida. Sé que los tiempos serán vertiginosos y luego llegará el vacío. ¿Acaso es esto una apología para buscarle las vueltas a la vida? Exacto. Cerveza, siesta, gente desnuda, literatura, gin-tonics con todos sus rostros y todas sus consecuencias. El verano grande siempre es irrepetible. Olviden las sombras de sus sufrimientos, tírense al barro y diviértanse. 


sábado, 9 de julio de 2011

La Cerveza y la Tecnología.-

El otro día fui a caer a un bar de ésos de guiris, por el área de Tirso de Molina, que se llaman tapería internacional, o cualquier majadería del estilo. La cuestión del porqué fui a dar con mis huesos en tal local impersonal, desangelado y carente de alma, es un enigma sin resolución. No lo sé, supongo que vi periódicos en la distancia, no lo recuerdo, o una camarera transalpina con cara de malaje. En fin, sabido es que me gusta ver la mala hostia de cerca para poder escribirla. Y así era, más antipática que un abertzale en la Puerta del Sol. Me pedí una caña, pero no pudo ser, porque una horrible máquina táctil se había averiado, la muy perra, y con el cacharro, en cuestión, con esa mala salud tecnológica, no había caña.  Que no, que no había cerveza sin el chisme en marcha. Le fui a decir que lo que tenía que funcionar era el barril y el tirador,  pero insistió en que todo tenía que estar procesado, y una serie de chorradas sobre la política de la empresa. Suspiré un otra vez será, que no sería nunca, y me fui en mitad de la ignorancia de una camarera embelesada en la pantalla de sus sms.

Estuve pensando un rato en la tecla del intro y en los pulsadores que ahora vienen a solucionarnos la vida,  en el consecuente suicidio de las relaciones humanas, y en como era de vulnerable el mundo por un error tecnológico de mierda. Hoy es una cerveza, y mañana es una operación quirúrgica por un mal procesamiento, o un muerto por un desastroso control remoto. Y más derivaciones. Así que busqué la oposición y me fui a una taberna antagónica, más o menos guarra, de barra metálica, viejos y esa extraña melancolía malhumorada de los taberneros arcaicos. Se estaba del carajo. Leí la letra gorda del As, me bebí  un doble de cerveza, agité unas monedas para que el colega se percatara de mi retirada, pagué, y cuando subí por Relatores caí en la cuenta de la cantidad de desastres acaecidos en las manos de la tecnología punta del momento, y que no estaban previstos. Titanic, Challenger, Chernobyl. Un día te falla la máquina táctil, y no te tomas tu caña, otro día te vas a buscar las tablas por el árbol de causas y azares de las ingeniería. O por un iceberg mal puesto. Qué cosas, por una puta cerveza, que extraña carretera me traza.




jueves, 7 de julio de 2011

Nightmare.-

A mí, como me señalen con el dedo, me pongo a repartir hostias al estilo Al Bano, que ya se sabe que no me tiembla la mano, ya me viste con aquel fotógrafo cutre, o los cojones que le echaba en Crónicas Marcianas, que soy de cuerpo caliente y estoy al límite. Y eso ya lo canté, cuando me llamaban el Rey del Pollo Frito y tenía protuberancias en la napia. Vaya banda, que le pregunten a Drexler, o al Teo Cardalda, que canta esas ñoñerías de es por ti y sangre española. Ellos estaban en la Junta Directiva cuando empezaron a meter la mano. Cago en Ros,  se me cuece el sistema linfático. Me desahogaría con mi venezolana Ivonee, pero es que ya no me hace ni puto caso. Pues eso, como te lo cuento, el otro día estuve comiendo con el tío Neri, que a él no le había llegao ningún desvío de fondos, y dos días después me lo detienen los picoletos. Imagínate. Si lo habíamos fichao como intelectual tecnológico y era un asceta de mil demonios, si no tenía ni coche, si iba al banco a llorar, si hacía una vida normal, es decir corrientita para tener un sueldo de la hostia. Era un romántico, un bohemio de 8.000 euros al mes, o qué sé yo, un huevo de pasta. Para mí que se metían en el sótano a hacer las trampas, a malversarse, sin tocamientos, eh, tú dime cuanto pillo con la estafa, que esta boca es mía. Qué destreza. Qué simbiosis, como decía aquel subnormal de la pierna encima. Yo no sé tú, colega, pero ya no me fío ni de mi madre. Y ahora que dejé de ser rockero para hacerme intelectual, te recuerdo aquello de Fitzgerald, espera un momento que me pongo las gafitas de pasta, justo en el momento antes de estar demasiado borracho, cuando era feliz y trascendente: el dinero ha aniquilado más almas que el hierro, cuerpos. Y luego Teddy como si no tuviera bastante con la pobre Siles:  http://www.youtube.com/watch?v=_n2YCYmEB2s. Qué vacío, esto se acaba. Al final va a ser verdad que la vida es un peli mal montada, y que la mentira necesita cómplices, pero yo no, eh, yo no. A ver quién tiene huevos.
P.D.- Narra la leyenda cierta conversación con tono de apología, cinco años atrás, entre Quico Alsedo, periodista de El Mundo y el tío Neri:
- Tú eres Quico Alsedo, de El Mundo, ¿no?
- Sí.
- Pues que sepas que voy a ir a por ti.
- Eh... ¿Perdón?
- Voy a ir a por ti porque me has jodido la vida...Yo tengo una familia, ¿sabes?
Tío Neri no era el Apóstol de Roma, sino el mafioso que reclutó Corleone, aburrido de honestidad. Corleone es aquél que hacía la versión de la Canción de Judas.



miércoles, 6 de julio de 2011

Unos Marcianos Cabreados.-


Ya nos habían contado que entre esas extensiones inabarcables que vienen a ser el Universo, hay vida más allá de esta mierda de planeta que es la Tierra, por mucha interacción que tenga con el Sol y la Luna y lleve a sus espaldas 4.567 millones de años. Por otra parte, no sabemos si en otros mundos más allá de nuestra vida terrenal, existieron ciertos paralelismos, es decir, un exterminio de marcianos gitanos, una stars-war con las equivalencias de un Bush con chasis de plomo y un Hussein verde anfibio con un arsenal de aerolitos, o un grupo independentista al estilo ETA, en los satélites troyanos de Júpiter. Pero tenemos a Stephen Hawking, que nos está contando dos posibilidades tan dispares, que ha parecido una respuesta ausente. En síntesis:
a) O bien los extraterrestres que reciban nuestra señal no disponen de tecnología suficiente para respondernos.
b) O sí, y además muy superior a la nuestra, lo suficiente para bajar a la Tierra a echar la tarde.
Vale. O la Champions se la lleva el Manchester o el Barça, más o menos. Así no yerra ni Dios.
¿Y si los aliens tuvieran mucha mala hostia? Pues ahí, ya nos aclara Hawking, que lo mejor que podemos hacer es escondernos, en fin, refugiarnos en un búnker, para el que lo tenga, que los efectos podrían ser parecidos a aquel 1492 en que los españolitos fueron descubriendo América. Yo ya estoy viendo a los marcianos evangelizando a la peña de la Tierra, torturándote si no te aprendes bien las epístolas siderales, abriéndote el estómago para hacer unos injertos de engranajes, disecciones anatómicas para implantación de bastidor, y asfixiándote con gases licuados de petróleo de Júpiter si te da por declararte en rebeldía. No pinta bien la cosa, si aparecen por aquí los Pizarro y los Hernán Cortés de la galaxia, a hacerse una expedición. Lo ha dicho Hawking, en esta dirección: "la noción de vida extraterrestre es real, pero peligrosa" .
Pues eso, que si la vida inteligente, además de ser más lista y versada que nosotros, viene mosqueada, yo me confieso marciano, y si existe el Jaime Ostos de los gremlins, es que la mala leche cósmica no es una realidad virtual, sino una verdad cruel. Qué nos pille confesados. Al Nuevo Testamento de la Vía Láctea. 

domingo, 3 de julio de 2011

Estridencias en Chueca.-

El otro día mis vecinos homosexuales se empeñaron en esgrimir una serie de razones para abandonar Madrid durante las fiestas del Orgullo. Les entendí a la primera. Cuando en Chueca los yonkis llevaban revólver y las putas, navaja, yo no vivía en la calle Hortaleza. Muchos años más tarde, cuando los chaperos rumanos levantan los bolsos, las estridencias comerciales revientan la armonía de un barrio que podría ser curioso, la plaza se llena de negocio narco-sexual y perros salvajes y tienen lugar las fiestas del Orgullo Gay, llevo el bagaje de una década en el barrio. Una vez al año hay una feria internacional, una celebración de la homosexualidad, por todo lo alto. Las fiestas del Orgullo Gay son bonitas. Sobretodo si eres homosexual, y tienes un extraño sentido de la estética, si te gustan las riñoneras, el calimocho, las mochilas, los minis de plástico, los brillantes en las orejas,  los anabolizantes y las canciones de Camilo Sesto y Mónica Naranjo. Estéticamente es irreprochable, como también lo sería ir escuchando un cassette de los Chichos en un mercedes 300 por una carretera de Algeciras con cinco fardos de hachís en el maletero. Los paisajes se construyen con cierto esfuerzo y los hace la gente. En Palermo, una callejuela estrecha, una Virgen y una Vespa. En un aeropuerto de Chihuahua, unas botas tejanas, un cinturón de serpiente y un sombrero de cowboy, unas tetas de plástico, unos pómulos alzados y unos labios rellenos. En Chueca, una competición de estridencias. Uno se pregunta si Dani Alves y Cristiano Ronaldo son homosexuales, o si a los gays les mola la exótica armonía de algunos futbolistas de Primera División.  En fin, aquello de Le Bon, traspasado a la condición homosexual: Pensar colectivamente es la regla general. Pensar individualmente es la excepción.Camino entre las fiesta, buscando Malasaña y añoro otra cosa para la vanidad lésbica-gay. Se venera la homosexualidad, creo entender, con poco respeto artístico por la propia homosexualidad. No digo que haya que fulminar las horribles armonías de Sesto y Naranjo, porque para gustos, colores, aunque tampoco pasaría nada, pero no vendría mal, ahora que Zerolo se llena la boca con la Educación para la Ciudadanía, una renovación de la cultura, cierta pedagogía de la condición homosexual: unas reivindicaciones entre mojito y calimocho, a Lorca, Truman Capote, Oscar Wilde, Virginia Wolf, Susan Sontang y Fernando Vallejo, por ejemplo.  Un ballet de Tchaiikovski, un recuerdo a Chavela Vargas, una peli de Greta Garbo. Más cultura y menos complejo de pavo real Algunos homosexuales lo agradecerían, aburridos del oso, del malote, del chapero tansalpino y de los esperpénticos panoramas de Jorge Javier Vázquez, Zerolo, Leonardo Dantés y Víctor Sandoval. Entre medias de la cocaína, las blow-jobs, los anabolizantes y el maldito por amor tengo el alma herida, por amor no quiero más vida de su vida, melancolía, que acuda por unos momentos el talento. Y ya no puedo más, siempre se repite la misma historia, decía ese colega. Pues vale. Eso era.