sábado, 5 de noviembre de 2011

Talento y Crisis.-


No tengo mucho que decir. No estoy nada onírico. En primer lugar porque mis dóciles musas se me desvanecen en estos finales y primeros de mes, que es cuando a mí me vienen las hostias bien dadas, y la vida tiene más cara de perra que de vida. No obstante, yo siempre recibo ligera la inspiración, o la musa, o el numen, o como quieran llamarlo. A mí esas vainas no se me sedimentan en la piel y me depositan unos vocablos alienados con unas palabras. No. Me tengo que sacar hasta los tuétanos. Cavilar, hablar solo, salir al balcón, dejarlo, tomarlo, salir, entrar. Pues eso. Me voy a la calle a fumar un cigarro. Me asalta una pregunta: ¿Es verdad que en tiempos de crisis aflora el talento? A mí eso de la perspicacia o la clarividencia artística, me cuesta un huevo y parte del otro, y aún así, cuántos tiros quedan fuera de linea de flotación. No tengo muy claro que es eso del talento. Me gusta lo de Balzac, su correlación entre voluntad y talento, y esos corazones rotos o curtidos en épocas de recesión, pero mi postura es que en tiempos duros se vende bien el talento, consecuencia de la existencia de pocos postores, desenlace a su vez de la baja demanda, y efecto final de los barros que trajeron consigo los lodos. Es decir que no compra ni dios y no apuesta ni Perry. Hay que delatarse con cierta arrogancia, modelarse un patrón de puto amo, de imprescindible para el proyecto. Venderse. Los resultados pueden ser catastróficos. O no. Lo otro ya lo saben, la burbuja inmobiliaria dando de mamar a la corrupción y la especulación, pero de eso ya hemos hablado bastante.
No Pain No Glory. Lo entendimos tarde.
Una vez en Salamanca, me dijo una poeta de la tristeza, que hacía unos versos donde se mascaba una tragedia con olor a pescadilla podrida (vale, es una reverberación del que suscribe, que por muchos motivos encadena putrefacción con dolor) que ella necesitaba estar reconfortada para hablar de la catástrofe, aunque siempre hayamos pensado lo contrario, que era necesario estar de puta pena para hablar de un cuervo fatídico, un suicida y unos sufridos espectros infantiles. O de cualquier paranoia de estas monomaniáticas de la desgracia propia o forastera. Pero coño, tenía cierta razón,  un espíritu (para aquél que gaste de eso)  inquieto y desvelado por los hard times, podría tener inseguridades, temblores, y resultados chungos. Y luego está el debate, y ustedes dirán que en esas controversias del alma se pueden lograr buenos efectos, que Poe, estaba todo el día hecho unos zorros y narcotizado, y fue maestro universal,  que Suave es la Noche, nació de la tragedia personal de Fitzgerald y de su fracaso con Zelda, y que De Profundis fue una epístola narrada en una cárcel, tras la condena de Wilde por indecencia y sodomía. 
De acuerdo, no nos aclaramos. ¿Talento y bienestar general?. ¿Talento y estar jodido?
Y si existiera espesura, ya les aviso, que a mí la crisis me provoca este follaje léxico.

9 comentarios:

  1. Respecto a tus razonamientos, el talento está en el estado de ánimo, y en alguna manera en cuanto a la tristeza, se puede ser confortablemente triste para la ejecución de la obra. 1 Abrazo. FJF

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  2. Yo en tiempos de cris-is no me luzco nada... No me sale... Y ese es el motivo, de hecho, de que haya estado de capa caída en los últimos meses. Menos mal que se avecinan tiempos mejores... Lo presiento.

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  3. El estado de ánimo influye muchísimo a la hora de escribir. Hay a quien le inspira la tristeza y hay quien sólo escribe algo decente cuando está alegre como unas castañuelas.

    De todas formas, con musas o sin ellas, me ha gustado el texto.

    Un beso.

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  4. O confortablemente cojonudo, mejor, F. Abz
    Derramarás talento, Cris. beso
    Señorita, a las musas si no vienen, hay que buscarlas. Si nos dejan, claro. Beso

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  5. Bos días amicus:
    Si Oscar no llevara L sería tan amplio como su propia inteligencia, mas fue de vida escueta y no alcanzó el medio siglo.
    Decía Picasso que la inspiración llega trabajando y yo le creo pues cuando veo a los demás en el tajo más me inspiran…pena. En tiempos de crisis, qué crisis, cantaba Supertramp, se escuda uno en la de fuera pero que nada tiene que ver con la endógena. Ésa que no termina de salir del todo. Cuando la situación no es favorable en el medio uno se alimenta de ése para tener en qué inspirarse. Ese medio nos alimenta, bien a favor o en contra. Creando , en el conflicto, así las mejores obras todo aquel que lo vea con esos ojos. Pero como críticos hay muchos, uno se decanta por sacarle la enjundia a la vida de otras maneras que no acaban de convencer.
    Para cuando se encuentra la piedra filosofal en el camino, se la mete en el bolsillo y no se comparte con “nadie”.
    “La inspiración es una acción psicosomática, a veces involuntaria, que se produce por los movimientos de ilusión y absorción de una bocanada de aire más profunda y en la cual con los párpados oblicuos uno se resigna para un nuevo aliento al aire”.
    Breves saludos.
    ACIED OGOL SUCIMA

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  6. No se si sudadas o musas esparcidas sin esfuerzo, pero interesantes aportaciones.
    ACIED OGOL SUCIMA
    Decía Macius...??
    Abz

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  7. ¿Habalamos de talento como sinónimo de creatividad?
    Desde luego talento no es sinónimo de estar deprimido o "en guerra permanente con el mundo que no comprende nada". No.
    Lo que sí es bien cierto, es que las dificultades agudizan el ingenio (no hay mal que por bien no vengan).
    Se mezclan muchos conceptos filosóficos, a cual más interesante... en cuánto a la inspiración, puede aparecer en sueños, sí, pero desde luego, antes hemos de haber trabajado en ello.
    Y hablando de filosofías, hay una que es muy primaria, la de llenar el estómago con creatividad, ingenio en pro del arte. Del arte de intentar vivir y disfrutar de la vida.
    Salud,
    Carmen K.
    http://gastronomiaflamencopunk.wordpress.com/2011/03/23/patorra-de-pavo-al-gluwine/

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  8. Guauuu me ha encantado esto!...y coincido con la Srita Rock'N Roll, realmnte también creo que el estado de ánimo influye muchísimo a la hora de escribir.
    Besos...

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