miércoles, 16 de noviembre de 2011

Sigue Adelante.-


Todo puede ser peor. Siempre hay tiempo para que les obliguen a leer un libro de César Vidal y siempre hay tiempo para morirse en una mala hora como cenit de una mala noche, última estribación de un mal día. No se suiciden si su deuda es inferior a los 5.000 euros. No, no caigan en la vulgaridad de suicidarse por dinero. Les harán usted a sus allegados una doble putada y les duplicarán el déficit, consecuencia del mantenimiento del débito y el desembolso para que usted tenga un funeral. No sean cabrones. Además, siempre se le quiere mucho al muerto, y se hablan excesos de la pérdida irreparable, que no deja de ser una reiteración inútil, una situación congénere en cuanto que toda pérdida queda sin remedio. No les vengo a decir aquí que la vida puede ser maravillosa, que eso ya lo dijo bastante Andrés Montes y no le fue bien. De hecho, ya no está aquí, por una serie de intrigas que circulan entre el suicidio y el infarto de miocardio. En fin, por favor, ni por 5.000, ni por 50.000, ni por un miserable contrato, ni por nada, no le haga usted ningún favor a la Seguridad Social, ni me sea conspirador de ese tipo lúbrico y babeante llamado Salvador Sostres en sus teorías de la limpieza del mundo y la supervivencia de los mejores. Crean en algo, un par de tetas, un equipo de fútbol, literatura, futuro, ginebra. En dos palabras puedo resumir cuanto he aprendido acerca de la vida, que hemos dicho Lee Frost y yo: Sigue adelante.
No sé si están al corriente, pero el suicido se ha convertido en la primera causa de muerte no natural en nuestro país, por encima de los accidentes de tráfico. Pero claro, es una cosa fea en un país que precisamente tiene en el puritanismo la inmoralidad. ¿Tienen algo qué decir de este mutismo mediático-político-social en torno al suicidio? Porqué  nadie ha dado en el clavo en los últimos dos mil años. Les digo lo que pienso de las tesis conceptuales: el suicidio no es ningún delito, ni por supuesto pecado, ni ha de ser una afección mental, que es la última corriente. También aprovecho para echar por tierra la teoría de Chesterton: "El suicida es el antípoda del mártir. El mártir es un hombre que se preocupa a tal punto por lo ajeno, que olvida su propia existencia. El suicidia se preocupa tan poco de todo lo que no sea él mismo, que desea el aniquilamiento general". Mira Chester, vas y se lo explicas a un yihadista, te tomas un té con él, llamáis a Osama y os pegáis una tertulia de ingratitud y egoísmo en el Janah. O bien le diré Sir, que uno puede morir conscientemente, por diversos móviles, amor no correspondido, asuntos de Estado que carcomen las tripas, muertes paralelas, cercanas, desahucios, soledad, destierro y sobretodo, tristeza. No me sea tan guay. No me generalice la vida, ni me equipare la muerte. Digamos, las tribulaciones del suicida.
No sé a ustedes, pero a mí me han entrado unas ganas terribles de tomarme una cerveza Alhambra, comerme unos chipirones a la plancha y acabar con un gin-tonic de Martin Miller´s. O dos. Sin pensar. Sin hablar. 


5 comentarios:

  1. Me gusta mucho esta entrada, profunda e irónica. Los medios de comunicación hablan poco del suicidio porque temen que si nos enteramos de que muchos lo hacen quizá nos anime a seguirles. Efectivamente hay muchas razones para llegar tomar a esa decisión, unas mejores y otras peores, pero todas buenas si son meditadas y no tomadas en momentos de enajenación mental, yo lo respeto aunque mi experiencia me dice que, excepto en casos extremos, si no mueres todo tarde o temprano tiende a mejorar. Por otra parte aquí, en Madrid, nos han quitado la manera más bonita y romántica de hacerlo, que era saltar por el viaducto y eso ha causado también, porque no decirlo, que esta ciudad haya perdido mucha belleza.

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  2. Tampoco rechazaría una Saffron Gin con cardamomo...

    El suicidio es una respuesta ante la impotencia, y la insatisfacción de una gran ambición.
    Aunque siempre, una forma sin esfuerzo de no enfrentar la vida: es duro enfrentarse a las cosas, y sacar valor de donde no lo hay para esforzarse.

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  3. Bebamos, Blue.
    La estética de la muerte, mmmm,no sé, no sé, Estrella, piensa en el golpe seco contra el asfalto y las consecuencias de las cabezas literalmente rotas. bs
    De acuerdo anónimo, o la insatisfacción de una única aspiración, vivir con sentido. Bebamos.

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