lunes, 20 de junio de 2011

Dios y la Vida Virtual.-




A la Iglesia no le mola el interné, y no le hacen ni divina gracia las redes sociales, más o menos porque esa vida virtual, tan imaginaria y de apariencia, no es vida ni es ná. Mucha chorradita con el me gusta, la felicidad de colores de los profesionales de la happy life, las bodas horteras, las fotitos de los borrachos y los grafities del muro. Mucha tontería. Vacío, esa palabra que tanto le gusta a los curas. En paralelo, me parece a mí, que Dios y las religión, nos adentran en un tema virtual, imaginario y aparente, creo entender. Hasta donde llega mi virtualidad, no he reconocido todavía a Dios como un Ser Explícito, porque si lo hubiera reconocido evidentemente sería con mayúsculas, después de tanto hablar de Él. Otra cosa sería que Dios fuera Real y entonces entendería que la Iglesia hablara de vida virtual vacía, pero me da que seguimos viviendo en el mundo de la quimera y la hipótesis, y  con la certeza de que el dogmatismo de la fe todavía no ha quedado claramente contrastado. Tan virtual es Dios como una red social. No obstante, imaginemos virtualmente dos posibilidades:
a) Que Dios existiera, pero fuera Virtual, con una existencia aparente pero no real, una bruma sin forma humana, una especie de cara de Belmez en forma de nube, un triángulo con un ojo mirándolo todo, en fin una cosa diluida que aparece y desaparece como el Guadiana. En tal caso, sí sería un poco feo que la Iglesia faltara el respeto a la virtualidad divina, aunque fuera a través de internet. Si Dios es Virtual, un poco de respecto por virtualistas del cyberspacio. En cualquier caso, creer en Él, es un acto virtual, digo yo.
b) Que Dios fuera de carne y hueso, un Señor de barba densa y pelo largo blanco, que fuera a las tertulias de Dragó, y que hiciera giras por el mundo de oraciones masivas, rosarios en los estadios de fútbol y pasajes biblicos en los teatros, evangelizaciones colectivas, e incluso milagros, como desvirtuar al virtual, difuminar a Bin Laden, convertir a Belén Esteban en catedrática Literaturas Inglesa y resucitar a Paquirri para que se hiciera una tour de platós en telecinco. He ahí los motivos del desprecio a la existencia virtual, la vida con un Dios verídico, poderoso y soberano nos ahorraría muchos problemas, y si la primera realidad de todas las del Universo fuera ya un asunto diáfano y contrastado, para qué queremos ser virtuales, si la gran verdad ya se ha desenmascarado. La Iglesia estaría en su derecho de criticar el mundo imaginario de las redes sociales.
c) Salvando una distancia, que el Todopoderoso Dios tuviera perfil de Facebook y pusiera en el muro fotos de los milagros y de las consecuencias de la omnipotencia. Habría millones de me gusta, y Zuckerberg habría sido otra cosa, porque Facebook habría sido un invento divino.


4 comentarios:

  1. Dios es virtual, está claro, así que no entiendo la postura de la Iglesia. Marta:_))

    ResponderEliminar
  2. La iglesia se mete en todo y no sabe de nada, que es lo peor.Pero nada ,para eso están, para dar el coñazo en nombre de Dios.Siempre consiguen cabrearme y eso es pecado!! Pecadores!!!!!!!!
    besiños virtuales!!!

    ResponderEliminar
  3. La credibilidad de los espacios virtuales versus dios virtual? o el dios omnipotente de los hombres. Será verdad que dos son uno. No negaré que cada día creo más por varios motivos. Pero lo que si no acepto es las premoniciones, milagros y vendetas creadas sean virtuales o no por el ser humano.
    He visto a dios o Dios? metido en rosas consagradas (hechas de photoshop y glitter) como la vigen que llora sea estatua o en cadenas de oración (que antes entraban a mi mail sin permiso). En cuanto a la iglesia, le conviene siempre ver donde está el dinero y si necesita crear un pájaro mutante como el ave maría, seguro lo hará...en fin


    besosss

    ResponderEliminar
  4. Hay algo más falso que las religiones?

    jeje

    Besicos

    ResponderEliminar