jueves, 28 de abril de 2011

Desordenar Nuestra Existencia.-




Uno nunca sabe muy bien como va a terminar la aventura de distraer el tiempo en un mercado, como tampoco sabe lo que va a encontrar en esos zocos experimentales del universo, salvo el ritmo de la vida y el cautiverio de las mercaderías, si bien no entiendo un mercado como un lugar metódico donde encontrar tres alcayatas del siete, un kilo de rábanos y unas bragas de la 42. No. Me gusta percibirlo como un pasaje donde busco una hoza gallega y acabo con un cangrejo canadiense, para comérmelo, o quién sabe si para hacer negocio con el crustáceo gigante de Canadá. Digo un cangrejo canadiense, igual que podría decir un colgante de rupias que llevó un jati del Rajastán, o un cinturón de castidad de la época de las Cruzadas, que seguramente tendrá más viabilidad en el mercado occidental (el colgante). Pues eso, cuando me doy una vuelta por ahí, me gusta buscar los mercados antes que las catedrales y los museos de arqueología babilónica. Uno de los más impresionantes que he visto es Sarojini Nagar, en Delhi. De repente sentirás que te acechan las sombras de esas lindas criaturas dispersas entre la vorágine del zoco, con sus pulseras de hilos o sus postales de Ganesha, esa gran deidad mitad elefante, mitad barriga. Y podrás comprar con ellos, de salvaguardia, un excedente de Zara, un conejo vivo, una limonada salpimentada y con menta (una para los chavales), un mono al estilo androide o una silla de montar camellos. Tan laberíntico e intrincado que siempre acabas perdido. Una maraña de coloraciones improbables, de fragancias agradables y algunas pestilencias, de voces, de gente bonita, como si estuvieras drogado y volaras en aquella comedia paradójicamente triste y de locos que viene a ser la India.
El mercado de Cambridge, diría que es igual que la ciudad, demasiado noble, demasiado digno y con esa tristeza lánguida que tanto le gusta a los ingleses, y la gente mira silenciosa y trágica los tarros de foie y la confitura de naranja amarga. El mercado de San Miguel, en Madrid, es una parada cool para el forastero, que volverá a la Riviera Francesa con las ostras y el champán, tomará un poco de jamón ibérico, y poco más. Jamón, ostras, guiris y colas, eso es San Miguel. En Hong-Kong he visto mercados que olían a caldo de entresijos de todo bicho que se moviera  y a simas oceánicas, pero en plan putrefacción, mercados que parecían cementerios marinos o el holocausto de los patos colgados y carbonizados. Y luego, Spitalfields, en Londres, y el Gran Bazar de Estambul, y tanto mundo fuera de los museos, esas cárceles limpias y pijas de lo antiguo y lo valioso, con guardias de seguridad, distribuidos en secciones temáticas, donde no se puede tocar nada. Dejarse llevar, buscar una lámpara de araña y acabar con una kurta de gitanos de Chadny, beber una cerveza, comer de vez en cuando, y hablar con el mercader, eso es la vida en un mercado, esas lonjas caóticas hechas para desordenar nuestra existencia . Yo en los museos, paso mucha hambre, y lo confieso: me aburro.




8 comentarios:

  1. Los mercados son unos preciadísimos filones aún por descubrir.
    Salud para disfrutar de la Vida.
    Carmen K. Salmerón

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  2. Pues te lo pasarias en grande en Pekin! :-) a ver si te animas!

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  3. A mi me encantan los mercados, ya escribí sobre ellos tambien y me los busco siempre cuando voy a alguna ciudad desconocida, se ve y se aprende muchísimo sobre el sitio y las personas alli y yo me lo paso genial.

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  4. otro estilo, ya sabes, cuando vuelvas a Colombia siempre seras bienvenido a La Casa Jaguar en las pulgas de Usaquén... Abrazos desde Bogotá

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  5. Yeah, Carmen
    Sure, Anabel
    El alma en el mercado, Blue
    Volveré a Usaquén, Christian, abrazos desde Madrid

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  6. A mí me dan sueño, los museos. Oye... has comprado un cinturón de castidad de la época de las cruzadas??? O es un ejemplo de lo variopinto? Tienes documento gráfico del susodicho aparato? Porque de tenerlo, lo quiero!!
    Besos

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  7. Un ejemplo. jajaja, Búscalo, para qué lo quieres? No te lo pondrás, sospecho. bss

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