domingo, 3 de julio de 2011

Estridencias en Chueca.-

El otro día mis vecinos homosexuales se empeñaron en esgrimir una serie de razones para abandonar Madrid durante las fiestas del Orgullo. Les entendí a la primera. Cuando en Chueca los yonkis llevaban revólver y las putas, navaja, yo no vivía en la calle Hortaleza. Muchos años más tarde, cuando los chaperos rumanos levantan los bolsos, las estridencias comerciales revientan la armonía de un barrio que podría ser curioso, la plaza se llena de negocio narco-sexual y perros salvajes y tienen lugar las fiestas del Orgullo Gay, llevo el bagaje de una década en el barrio. Una vez al año hay una feria internacional, una celebración de la homosexualidad, por todo lo alto. Las fiestas del Orgullo Gay son bonitas. Sobretodo si eres homosexual, y tienes un extraño sentido de la estética, si te gustan las riñoneras, el calimocho, las mochilas, los minis de plástico, los brillantes en las orejas,  los anabolizantes y las canciones de Camilo Sesto y Mónica Naranjo. Estéticamente es irreprochable, como también lo sería ir escuchando un cassette de los Chichos en un mercedes 300 por una carretera de Algeciras con cinco fardos de hachís en el maletero. Los paisajes se construyen con cierto esfuerzo y los hace la gente. En Palermo, una callejuela estrecha, una Virgen y una Vespa. En un aeropuerto de Chihuahua, unas botas tejanas, un cinturón de serpiente y un sombrero de cowboy, unas tetas de plástico, unos pómulos alzados y unos labios rellenos. En Chueca, una competición de estridencias. Uno se pregunta si Dani Alves y Cristiano Ronaldo son homosexuales, o si a los gays les mola la exótica armonía de algunos futbolistas de Primera División.  En fin, aquello de Le Bon, traspasado a la condición homosexual: Pensar colectivamente es la regla general. Pensar individualmente es la excepción.Camino entre las fiesta, buscando Malasaña y añoro otra cosa para la vanidad lésbica-gay. Se venera la homosexualidad, creo entender, con poco respeto artístico por la propia homosexualidad. No digo que haya que fulminar las horribles armonías de Sesto y Naranjo, porque para gustos, colores, aunque tampoco pasaría nada, pero no vendría mal, ahora que Zerolo se llena la boca con la Educación para la Ciudadanía, una renovación de la cultura, cierta pedagogía de la condición homosexual: unas reivindicaciones entre mojito y calimocho, a Lorca, Truman Capote, Oscar Wilde, Virginia Wolf, Susan Sontang y Fernando Vallejo, por ejemplo.  Un ballet de Tchaiikovski, un recuerdo a Chavela Vargas, una peli de Greta Garbo. Más cultura y menos complejo de pavo real Algunos homosexuales lo agradecerían, aburridos del oso, del malote, del chapero tansalpino y de los esperpénticos panoramas de Jorge Javier Vázquez, Zerolo, Leonardo Dantés y Víctor Sandoval. Entre medias de la cocaína, las blow-jobs, los anabolizantes y el maldito por amor tengo el alma herida, por amor no quiero más vida de su vida, melancolía, que acuda por unos momentos el talento. Y ya no puedo más, siempre se repite la misma historia, decía ese colega. Pues vale. Eso era. 

8 comentarios:

  1. En mi ciudad también hubo un desfile gay, muy tranqui y autorizado caminaron marchando por las avenidas del centro. La alcaldesa habló al respecto y al ser entrevistada la gente como siempre hubo dos lados acerca de la cuestión, excepto una viejita que vendía diarios que hizo un comentario extraño a un periodista: Han pasado el día de carnavales o es un festejo por el día del amigo (ella estaba muy seria, realmente no entendía nada), what?? jajaja sin comentarios
    (esto me hizo reir mucho)

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  2. Chapeau, qué grandes verdades, me encantó. Besos. Marta

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  3. Al fin y al cabo es una fiesta y en una celebración de este tipo no creo que deban faltar el calimocho y las lentejuelas... pero suscribo tus palabras, aunque también pienso que los amantes de Lorca, Truman Capote, Oscar Wilde... también lo celebrarán a su manera...

    dirty saludos¡¡¡¡¡

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  4. Siempre recuerdo las palabras de un amigo mío gay que me decía que le gustaba el fútbol y era un animal raro en su especie, me imagino que ni saldría a la manifestación...

    Besicos

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  5. El hecho de que aún se celebre el Orgullo es un signo claro de que en este país aún no se han superado ciertos prejuicios y estereotipos.
    Los gays, como los heteros, pueden ser horteras y analfabetos (esto lo digo por lo de homenajear a Oscar Wilde o Truman Capote), algunos serán, incluso, muy intolerantes con otras tendencias ciudadanas, otros muy radicales, algunos mal educados. En definitivva, que todos somos humanos y nuestra condición sexual no nos hace ni más estupendos ni más degenerados. Y del mismo modo que hay heteros a los que les gusta el barullo del fútbol o de cualquier otra celebración, hay gays que flipan con la fiesta del Orgullo. Y luego está la gente que no entiende que se tenga que celebrar, porque dicen "yo no celebro estar orgullos@ de ser heterosexual". Y entonces tienes que explicarles que los heterosexuales no han estado ni están perseguidos y te sientes estúpida por soltar tal obviedad.
    Ojalá algún día el Orgullo deje de ser algo puntual, una fiesta una vez al año, para convertirse en algo normal y que todos los hombres y mujeres puedan libremente ejercer su libertad de amar a quien quieran sin tener que ser señalados con el dedo o juzgados o convertidos en chiste fácil.

    Un saludo y que viva el Orgullo.

    SUE.

    (Cartografia humana)

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  6. Qué gracia la viejita, Mixha, como decimos por aquí, una crack. Un abrazo.
    Me alegro, Marta, bs
    Obviamente no faltan, pero sí falta buen gusto, buena música y ciclos culturales, por ejemplo, los motivos reales de esta conmemoración. Un beso, Dirty
    Hay gays futboleros, claro, incluso sé de alguno con un punto homofóbico hacia ciertos homosexuales, rizar el rizo, en fin, Bss Belén
    En fin, en mi barrio, Chueca, prejuicio, cero, te lo aseguro, bss.

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  7. Pues a mí lo que me ha llamado la atención es la noticia de que el colectivo gay protestaba contra la visita del papa. Los segidores del papa también se visten raro y están marginados en algunos contextos, no deberían ir los unos contra os otros. Además, si al papa no le gustan los gays, ellos no deberían ponerse a su altura.
    ...
    ¿Le doy a "publicar comentario" después de haber escrito semejante gilipollez? Va, venga.

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