jueves, 3 de enero de 2013

No Era Mi Realidad (13).-


Hará un par de años, un tipo hindú, de nombre Punnet Gullatti, tuvo la ocurrencia de comentarme que yo era un enlace entre Dios y los hombres, que mi comunicación era evidente e inmediata. Casi nada. Punnet tomaba whiskies como nosotros cañitas de cerveza, y podía beberse perfectamente entre diez y doce copas al día; nunca le vi borracho, o sí, pero nunca demasiado tambaleado ni demasiado balbuceante. Johnie Walker con pimientos del piquillo, con aceitunas, con anchoas. Parece que le estuviera viendo, bailando los hielos del vaso y aspirando como si tuviera la resolución de la vida. Un tipo insólito, algo rechoncho, más bien guapo; ingenuo y puro de sonrisa; muy afectivo; y eliminaba el alcohol mediante meditación. Curioso que en Occidente lo que se medite sea la resaca. Tenía una esposa en Nueva Delhi, dos hijos, una novia en Singapur y un negocio de fabricación textil. Amaba a su mujer y se follaba a la malaya, y siempre sentenciaba de la misma manera. Brother, enjoy life. Y a la par todos eliminaban la traición mediante meditación. Es la absolución de las religiones, y un polvo, para qué negarlo, se medita bien, y se reitera la acción, y así por lo sucesivo. Yo les voy contando con el segundo gin. 
La noche que Punnet me buscó una conexión espiritual, apretándome las manos en mitad de un restaurante de Malasaña no me importó demasiado que hubiera cierto desdén por leve que fuera, entre la gente próxima a nuestra mesa de metafísica, whisky y cerveza, porque él si parecía muy concentrado y místicamente abstraído en aquella variedad esotérica que a mí no me abstraía de ningún estímulo para la aspiración a esa cosa que llaman tantra y que lleva disolvente de cerebro. Si a los locos hay que darles la razón, a los fanáticos de Ganesha, supongo, habrá que acompañarles un poco en su paranoia; nunca he discutido mucho las religiones, usted me dice que tal, yo le digo que vale. O viceversa.
Andaba mi colega con esa sugestión de que el alma no pesaba 21 gramos, sino en torno a medio kilo, y que además de inmortal era reciclable, de forma que las migraciones se producían en inversa proporción. Más o menos, si habías sido jeque saudí y habías vivido entre oro y pompas de dioses, ibas a parar a una rana bermeja, valga el paradigma. Me percaté de que tenía mucha emoción entrar en el zoco de las almas, y que de acuerdo a la teoría de la reversión de las vidas, lo suyo sería vivir lo mejor posible pero morir desgraciado para una mejor suerte en el futuro, si ello se dictaminara por la situación del último suspiro; en caso contrario, qué se le iba a hacer. Mira Punnet, la vida me ha tratado medianamente bien, me estás contando que me van a putear cuando renazca en la muerte. No sé, no sé yo si va a ser bueno eso de la regeneración espiritual.
Hace poco habían llegado las penúltimas noticias, de fuentes de Okhla. Todo es un poco enrevesado como la teoría de la reversión, pero se resume en que se casó con la malaya sin haberse divorciado de la hindú. Por otra parte, se habló de cierta mala práctica empresarial, que no tengo muy clara. Al parecer,  por hache o por be acabó en la cárcel. Al poco tiempo se muere. Me llamó por teléfono una amiga, Shristi Pandey.
En fin, he pensado que me gustaría volver a ver a aquel güisquero trascendental de sonrisa franca. Solo espero que no haya ido a parar al cuerpo de una rata de Chadny Chowk. Y que se pueda tomar un whisky con aceitunas. Solo eso. No era mi amigo del alma, ni un intruso postergado de la vida. Y no era mi la realidad; la suya.

5 comentarios:

  1. Esto demuestra que para alcanzar todo estado de "carma" o de conexión con los dioses espirituales, sean varios o uno solo y el más allá, es condición la ingesta de alguna sustancia [dopante? :)))] bien como bebedizo o "comedizo". También hay otra, la cual es la más habitual aunque al ser tan corriente se da por socialmente aceptada, es la esquizofrenia de los creyentes, en general los de corte monoteísta.
    Ahora queda claro el porqué de los curas y su conexión con su dios, el riquísimo vino dulce de misa; todos los días, varias veces, en toda una vida seguramente hace el mismo efecto que el güisqui de tu amigo...¿O no?
    Eso, luego con unos golpes de pecho y asunto arreglado, la infidelidad o el blanqueo de capitales y otras lavadas de coco y coincidencia de conciencia...
    Salud, Libertad y Montaña,Javier
    Deica

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    1. Enjoy life, brother, parafraseándole. Feliz 2013; es un número cojonudo

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    2. Eso, feliz año nuevo y él...

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  2. Un tipo curioso, sin duda. "El alma es reciclable", mhmm, habrá que reflexionar acerca de ello.

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  3. Claro Carmen, Punnet no hablaba vacuo ni era presuntuoso; un místico muy divertido, feliz 2013

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