lunes, 18 de junio de 2012

La Bella y el Patán del After.-



La felicidad es un momento entre una putada y la siguiente. Ahora estoy entre dos putadas: soy muy feliz. Cuando la vida pretendida es inalcanzable el futuro va intimidando el muy hijodeputa. Ella se levanta a las cinco de la mañana porque es pescadera. De acuerdo, usted no está visualizando a una Scarlett Johansson limpiando una merluza, desprendiendo las agallas rojizas de una pescadilla, usted tiene prejuicios simplemente por su propia ignorancia y quizá se imagine a Florinda Chico salpicada de sangre, pero no tiene mucha idea.
Ella está realmente buena, mide uno sesenta y nueve y es tan guapa como ustedes puedan imaginar, hasta el punto de que habría hombres comiendo pijotas todos los días con tal de verla cada mañana. Las mujeres también suspiran y los niños preguntan por ella, porque a ellos no les gusta Leticia Sabater sino la pescadera de Barceló. A mí me gustan mucho los mitos que no salen en el cine, o en la tele, me gustan muchísimo más, y a veces deberíamos pensar sobre el pedigrí de determinadas quimeras. Belén Esteban, Victoria Beckam, Justin Bieber, Marta Sánchez, etc. Indigestión. La pescadera es un refugio en mitad del tedio, o la tragedia, y va racionándole al mundo una de alegría y otra de belleza, y dos kilos de boquerones (congele entre 24 y 48 horas). Y la vida también, solidificada, refrigerada frente a los prodigios naturales. Estas son las primas de la felicidad, y no las de riesgo. Era eso que había dicho uno de esos cursis: las pequeñas grandes cosas, y va y tiene razón el muy melindre, aunque también molan las afectaciones de Henry James: Hay tres cosas importantes en la vida; ser amable, ser amable y ser amable. Lo sabía bien Nuria, la guapa. Y tanta gente jodiendo el planeta. 
Como aquel tipo, que fue a por ella en la taberna, punzante, fraguador de la tragedia, otra putada en los intervalos de la vida. Cuando un hijodeputa recién salido del after tiene la magnitud de apagar las luces de las cosas grandes de la vida, de derribar la humanidad, les digo, me da cierta tristeza. Zarandeo, pa casa, insultos. La verdad, no imaginaba a Nuria con un novio tan suspicaz, celoso y repulsivo. Y tan feo, por dentro y por fuera. Una réplica barata de un chuloputas rico, guapo y buen jugador, Ronaldo. No sé, no sé, ahora cada vez que voy a la pescadería, tras aquellas retinas de color gris merluza de Nuria, veo a ese gilipollas escamado que tiene por prometido. Y voy menos, claro. Intentaré en la carnicería, a ver qué me cuenta Florinda Chico. 

9 comentarios:

  1. Me complace leerte y feliz que estes es una situacion asi
    mil besos guapo!!!

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  2. De modo que el hecho de que limpie pescado no la afea, pero el que aguante a un imbécil sí. Lógico, a mí me pasaría lo mismo.
    Un beso

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  3. ...Caray que guay...
    Por un momento creí que estaba leyendo un fotograma de una peli de Santiago Segura...La pescadería. Pero aprecio que el relato es bastante más realista y concreto. Mola.
    Hay mujeres que no siendo de ésas son mucho mejores y más guapas que todas ellas. Van sobradas y no “de sobradas”. Mujeres estupendas que no requieren de andar por esos lugares de farándula y vistosidad. Éstas, la que se alimentan y alimentan su ego de esos lugares, son principalmente las más prejuiciosas, las que más carencias tienen y por ello deben procurarse "imágenes" con las que complementar su sosería y poca belleza, envueltas en potes y repotes que a otros distraigan de sus verdaderos “sinsabores sin-valores”.
    Carecen de tanto que amontonan sociabilidades superfluas para sus corazones vacíos. Quién lo lleva dentro no lo busca.

    Hay quien se titula todas las noches, otras, otros, tienen talento...natural.
    Luego están los depredadores, los carroñeros y carroñeras (que también las hay)los de las mentes dementes, los simples-mentes; pero esto es otro cantar y contar.

    Breves saludos d;D´
    Deica logo...

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