miércoles, 28 de septiembre de 2011

Jesucristo Como un Boxeador Gay.-


Jesucristo, el sentido más exaltado y ferviente del hijo de Dios, ha sido un proyecto vehemente de los más ricos del planeta y de los más pobres de los diferentes culos del mundo, entendiendo que el ano planetario puede estar en Nueva York y en Mogadiscio. Jesucristo es Berlusconi y un miserable pescador del océano índico, primera opción para salvar el infierno y segunda para buscar un sitio más amable que el cuerno de África, y porqué no, evitar el abismo de Belcebú, aunque hayas vivido muchos años las tinieblas de Somalia. Lo cual, manda huevos, también. Ahora quieren planificarlo sobre la comunidad homosexual o simplemente hacer un homenaje a aquel karateka disfrazado de actor, llamado Chuck Norris. La última proyección artística de Jesús de Nazaret  nos desorienta entre un boxeador gay y un Norris con cuarenta años menos, contracultural y hippy, que va de líder, es guapo y está bueno como un adonis. O entre Sandokan, Kurt Cobain y un Luis Mariñas treintañero. Está cuadrado y es líder, en definitiva esas son las premisas del artista Stephen Sawyer. Un gran Jesús en el mundo de la apariencia universal, que se haga atractivo a los corruptos jóvenes que abarcan el mundo y no pisan una iglesia ni a tiros. Un carpintero cool, que fabrica armarios de salida, un acróbata de circo, para atrapar sensibilidades, me parece. Y es legítimo, claro.

4 comentarios:

  1. Buena apreciación de las intenciones, Marta

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  2. Y es que entre la vehemencia y la pasión sólo está él y el mito al que tiende, algo de lo que ya se encargan ellos de alimentar para seguir viviendo en la opulencia. Paradójicamente lo contrario de sus prédicas.
    Un abrazo y nos vemos mañana en el Kafka, supongo. ¿O no estás aquí?
    Breves saludos :]´

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    Respuestas
    1. Sí, estoy en Madrid, pero el Kafka, si te refieres al Hotel Kafka se lo llevaron de calle Hortaleza a la zona de Ópera. Exacto, justo lo contrario, abrazo,

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    2. Gracias, un poco más y me voy con la hora justa al lugar inadecuado. Estaremos en él con Acillona y su libro...
      Nos vemos allí, es a las siete treinta y ya sabes que irán llegando a cuenta gotas
      BreveSaludoS

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